¿Resulta eficaz hacer campañas publicitarias?

Escrito por 300kilos el

¿Hacer publicidad es útil para lograr los objetivos de tu compañía? Esta pregunta, aunque pueda parecer sencilla, para muchos es un quebradero de cabeza. Multitud de empresas invierten tiempo y dinero en realizar acciones de marketing, publicidad y comunicación y cuando acaban, no saben si han ganado algo haciéndolo. ¿Te has sentido alguna vez así?

Cuando uno de nuestros directores creativos, Samuel Vázquez, escribió en 2007 el primer anuncio de “Vivamos como galegos”, lo hizo briefing en mano… pero sin saber que rápidamente se convertiría en la campaña publicitaria más descargada de España, ni que recibiría varios premios a la EFIcacia. Aquel mensaje logró conectar con el sentimiento de pertenencia del público objetivo de Gadis y despertar en él el orgullo de formar parte de una marca que valoraba lo regional frente al resto de supermercados nacionales o internacionales. El público aplaudía el anuncio en los cines, incluso se ponía de pie. ¿Hay algo más gratificante para un creativo? No. Nunca se vieron tantas bolsas de GADIS por las calles. La marca había conectado con el corazón de los gallegos.

Algo similar le sucedió a Ruavieja con la campaña “El tiempo que nos queda” o “Tenemos que vernos más”, lanzada en 2018. La pregunta “¿Cuánto tiempo pasarás con la gente que te importa?” le otorgó un oro a la mejor campaña de producto en los Premios Eficacia… y muchos premios más, pero le sucedió algo mucho más importante: las ventas de sus licores se incrementaron un 52% (!), lo que llevó a Ruavieja a conseguir la cuota de mercado más alta de su historia en Alimentación, y a aumentar su base de consumidores en un 12%.

¡Todo gracias a una buena idea!

No son las únicas. Hay multitud de ejemplos de campañas publicitarias que logran superar las expectativas de sus creadores: el inolvidable spot de “Be Water My Friend”, en el que el mensaje de Bruce Lee en los años 70 se convirtió en la filosofía de uno de sus modelos 4x4 de BMW y aumentó las ventas en nuestro país en un 73% con respecto a las realizadas solo un año antes. Más recientemente, la campaña #FuerzaDeBar de Heineken conjugó la creatividad con el apoyo a un sector que cerró masivamente de la noche a la mañana a causa del COVID-19 y transformó una campaña comercial en una acción en la que participaron el 24% del total de hosteleros de España. Se donaron quince millones de cañas, colaboraron más de veinte marcas, diez instituciones, se consiguieron más de veintiún millones de productos y se alcanzaron niveles históricos de notoriedad.

Pero todo esto nos lleva a una pregunta... 

 

¿Cómo podemos saber si una campaña publicitaria es eficaz?

Empecemos por el principio: en publicidad y en cualquier otro sector, la eficacia viene determinada por la medida en la cual una acción logra alcanzar los objetivos para los que fue creada. Lo que nos lleva a una conclusión básica: no existe eficacia publicitaria si los objetivos de la campaña no están previamente definidos de una forma meticulosa. Esto, que en apariencia resulta obvio, puede complicarse hasta límites insospechados.

Pongamos el caso más “fácil”: la consecuencia final de la campaña es aumentar las ventas de producto o ganar cuota de mercado. En esta situación, los datos están ahí y puede ponerse un número al lado de otro y valorar la diferencia entre las ventas pre-campaña y post-campaña. Pero no todo es tan sencillo. ¿Y si nuestro objetivo es aumentar la notoriedad de marca? ¿Y si queremos modificar la imagen que nuestros clientes tienen de nosotros? ¿Y si queremos que nos recuerden más, o aumentar el público objetivo? En estos casos, analizar la eficacia puede resultar más complejo… ¡pero no imposible! Si tenemos claros nuestros objetivos podremos diseñar estudios que nos permitan valorar el estado de nuestra marca más allá del volumen de venta y utilizar ese conocimiento para descubrir si nuestra campaña nos ha llevado por el camino correcto.

 

¿Cómo mejorar la eficacia de nuestras campañas publicitarias?

Vamos a daros cinco claves que en 300kilos tenemos grabadas a fuego. Las tendríamos de fondo de pantalla en el ordenador, pero es que ya nos las sabemos de memoria: son la llave que abre la puerta de la eficacia publicitaria. 

  • Definir cuidadosamente los objetivos de la campaña, buscando que sean realistas y medibles y que estén acotados en el tiempo.
  • Conocer profundamente el mercado y a nuestro target o público objetivo y preguntarnos acerca de sus necesidades, anhelos y retos. Conocerle, saber dónde está, qué piensa y sobre todo, qué siente.
  • Utilizar las emociones en nuestras campañas, trabajando a través de ellas los valores de marca pero también la conexión con nuestros consumidores o usuarios.
  • Ser creativos, innovar y valernos de los recursos que cada medio o plataforma nos ofrece. No se trata de inventar la rueda con cada campaña, sino de aportar valor y atribuir a la marca aquellas connotaciones que queramos fomentar.
  • No copiar. Este debería estar al principio del listado. Es nuestro mandamiento número uno. Si ya está hecho, no vale. Si un mensaje ya ha sido dado, no va a surtir efecto. Sólo lo hará si es novedoso, original, único. Es muy difícil hacer campañas así, pero es la única manera en la que se deberían hacer. Por eso las campañas de contenidos en las que estamos especializados tienen tanto valor, porque son novedosas, porque no solo están basadas en un imput real y en un hallazgo creativo poderoso, sino porque están basadas en un hecho real, en la realidad de la marca y no hay nada más potente que eso. Todo puede ser cuestionado o susceptible de gustos y modas excepto la realidad.

 

En nuestro próximo articulo os hablaremos de nuestra pasión por el Branded Content o contenidos para marcas basados en la realidad, en la realidad de las personas y en sus emociones.

 

¡Hasta el próximo!